Alejandría y Avignon,
los cuartetos y quintetos de Lawrence Durrell
COMO TODOS LOS JÓVENES ARRANQUÉ PARA SER UN GENIO, PERO AFORTUNADAMENTE LA RISA INTERVINO
(LAWRENCE DURRELL)
Con Durrell exploramos sentados en las cuatro esquinas de la mesa del café, el sentido del viaje, sin movernos de la tertulia en aquellos años ochenta donde El cuarteto de Alejandría era catecismo para lectores principiantes.Ahora vuelvo a releer aquella saga que despertó nuestro interés, donde toda la sexualidad se abría sin ambages, acompañada de la realidad agria de la guerra y las exóticas ambientaciones donde Justine, Balthasar, Mountolive, Clea movían sus corazones y sus cuerpos por Alejandría y Egipto.
Esta tetralogía que convirtió aquella mesa en un experimento literario, donde cada cual abría sus ideas del espacio y el tiempo a su antojo, siempre nos guiaba a la realidad sensual que afloraba en la aventura de sus personajes y que quizá, después a escondidas intentábamos llevar en privado.
Itaca | |
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no los llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante ti. |
Contemplación de los territorios y los actos que aquella ciudad hacia nuestros, detallando las distintas visiones históricas de lo que ocurría cada día, como consecuencia de los hechos pasados, convirtieron estas novelas en apuntes de nuestra propia historia, que también vivía su cambio.
Fue una violación de la naturaleza.
En la calle Constantino Cavafis | |
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“Retrocedo paso a paso en el camino del recuerdo para llegar a la ciudad donde vivimos todos un lapso tan breve, la ciudad que se sirvió de nosotros como si fuéramos su flora, que nos envolvió en conflictos que eran suyos y creíamos equivocadamente nuestros, la amada Alejandría”
Poemas eróticos
http://www.arquitrave.com/libreria/librospdf/kavafis.pdf
“En esencia, ¿qué es esa ciudad, la nuestra? ¿Qué resume la palabra Alejandría? Evoco enseguida innumerables calles donde se arremolina el polvo. Hoy es de las moscas y los mendigos y, entre ambas especies, de todos aquellos que llevan una existencia vicaria”—escribe más adelante.
“Cinco razas, cinco lenguas, una docena de religiones; el reflejo de cinco flotas en el agua grasienta, más allá de la escollera. Pero hay más de cinco sexos y sólo el griego del pueblo parece capaz de distinguirlos. La mercadería sexual al alcance de la mano es desconcertante por la variedad y profusión.Es imposible confundir a Alejandría con un lugar placentero. Los amantes simbólicos del mundo helénico son sustituidos por algo distinto, algo sutilmente andrógino, vuelto sobre sí mismo. Oriente no puede disfrutar de la dulce anarquía del cuerpo, porque ha ido más allá del cuerpo. Nessim dijo una vez, recuerdo – y creo que lo había leído en alguna parte--, que Alejandría es el más grande lagar del amor; escapan de él los enfermos, los solitarios, los profetas, es decir, todos los que han sido profundamente heridos en su sexo”.
Esta mañana sin importancia
Otras obras suyas son Tunc (1968) y Nunquam (1970), carentes del virtuosismo de la tetralogía, aunque conservan un lenguaje y un humor macabro; y por último El quinteto de Avignon, que comenzó a escribir en 1974 y que lo integran las novelas Monseñor (1974), Livia (1978), Constance (1982), Sebastián (1983) y Quinx(1984). Si en el Cuarteto Durrell utilizó como simbolismo la Teoría de la Relatividad, en el Quinteto utiliza un simbolismo quíntuple porque, para los budistas, la personalidad está formada por cinco elementos Skandab, que proceden de los griegos clásicos e incluyen casi todas las categorías aristotélicas como fragmentos de la personalidad.
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" En esta mañana sin importancia algo está cantado, dónde los cabos se vuelven sobre las laderas y el cálido Adriático cabalga su azul y el sol lava el borde del mundo de sus brillantes acantilados. El día suena en los altos aires, puro como cigarras, y retardándose como un pulso humea desde granjas extinguidas en la tierra agotada, abierto como un puño sigue adelante. Los árboles inciensan, refrescan, se derraman e inundando desperezan las plumas de los pájaros y sacuden las alfombras desde las ventanas, cepillan con rocío el esfuerzo, mientras los jóvenes amantes ejecutan sus pequeñas resurrecciones. Besemos ligeramente a todos los que duermen unidos. Despierta, cariño mío, despierta, debajo de la casa, los largos remos plegados como alas a la espera sobre el oscuro lago, nos está esperando el impaciente gondolero. "
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Política y corazón compartiendo la complejidad de la diplomacia, y de los amores cruzados, poblados de hedonismo.
Pero El cuarteto de Alejandría no es todo Lawrence Durrell, y retomamos su obra literaria con El quinteto de Avignon, cinco novelas Monsieur, Livia, Constance, Sebastián y Quinx, con un mayor intento de calado poético en los personajes, donde las mujeres adquieren más protagonismo, pero que dista mucho de aquel lirismo perfecto del cuarteto. Livia, es el más especial por realista.
Más allá de los cabos y promontorios del ansia, más allá de los premeditados menhires del deseo, más torpes y tímidos con aquellos que más exigen algo sutil y hermoso y lleno de descanso, nos movemos y zozobramos en mareas de ilusión, a tientas buscando más allá de las inmóviles puertas de la inmortalidad.
Durrell también escribió poesía, teatro, biografías. Otras obras importantes suyas son El libro negro, Tunc, Nuquam, El laberinto oscuro, Limones amargos, La celda de Próspero, etc.
Toda su obra está muy influida por la poesía de Kavafis y fue gran amigo de Henry Miller.
El cuarteto de Alejandría
" Y luego, en otoño, el aire seco y vibrante, cargado de áspera electricidad estática, que inflama el cuerpo bajo la ropa liviana. La carne despierta, siente los barrotes de su prisión. De noche una prostituta borracha camina por una calle obscura, sembrando los fragmentos de una canción como si fueran pétalos. "
He usado del derecho del novelista al tomarme unas cuantas libertades indispensables respecto de la historia contemporánea de Medio Oriente y de la estructura del personal en el servicio diplomático británico. También he mejorado la belleza de la plaza Trafalgar, añadiéndole unos cuantos olmos.
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Lawrence Durrell
(Charles Norden; Julundur, 1912 - Sommières, 1990) Narrador y poeta inglés contemporáneo. Estudió en Inglaterra, pero su vida transcurrió casi por entero en la región mediterránea: Corfú, Rodas, Chipre, Egipto y el sur de Francia. Durrell ideó para su propio uso narrativo concepciones literarias de novelistas de gran clase como Conrad, Joyce y Lawrence en Inglaterra, y Gide y Proust en Francia. Al igual que ellos, en su insatisfacción ante las formas existentes, también él quiso crear nuevas técnicas literarias. En cuanto al estilo, el suyo se caracteriza por su riqueza y sensualidad, unido a una gran capacidad evocadora y un gran talento para describir el espíritu de un lugar o paisaje.
La primera novela propiamente dicha de Durrell es Cefalú (1948), aunque en 1938 había aparecido, en París, El libro negro, obra narrativa donde predomina el elemento autobiográfico. Cefalú está considerada como una de sus más logradas novelas; contiene las principales preocupaciones intelectuales de su autor, sobre las que volvería, luego, en dos series de novelas.
La obra de Durrell podría calificarse como exótica en un primer nivel de lectura, pues fijó sus espacios novelísticos por lo general fuera de Inglaterra. Su monumental El cuarteto de Alejandría, por ejemplo, que lo situó entre los renovadores de la novela moderna por las técnicas utilizadas y por el nivel de la prosa, entre refinada y realista, transcurre en dicha ciudad, pero el talento narrativo de Durrell supo sortear los escollos del exotismo mediante una prosa intensa y gracias a su instinto mágico crear atmósferas trágicas y modernas.
La novela está conformada por cuatro títulos: Justine (1957), Balthazar (1958),Mountolive (1958) y Clea (1960) y cada una repercute en la otra, creando un juego de espejos, como si individualizadas pudieran servir de explicación o punto de apoyo a alguna de las otras, para lo cual optó por utilizar puntos de vista narrativos diferentes, técnica abierta por H. James a comienzos del siglo XX. Justine quizá sea la más lograda del conjunto, por su confluencia natural entre intelecto y naturaleza, entre erotismo y análisis, entre trama y técnica narrativa.
Se entrecruzan en este trabajo literario varios personajes inolvidables: Justine, que simboliza la extrañeza de la mujer eterna, oscura y a la vez fatal; Narouz, egipcio que representa el orientalismo hermético; Nessim, su antípoda cosmopolita y emprendedor ligado a las fuerzas del capital; Mountolive, diplomático británico; y Pursewarden, que alude al escritor. A pesar de poseer una estructura totalmente moderna, las novelas del cuarteto ejercen una fascinación especial por la continua narración de sucesos que las relacionan con obras de corte realista, sustentadas en la trama y las descripciones.
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Esta tensión entre dos maneras de escribir resueltas al mismo nivel dio a Durrell una personalidad especial dentro de la novelística moderna, más abocada a un experimentalismo tenaz que al mencionado concierto. Incluso algunos críticos han deducido que tal dualidad es más un defecto que una virtud, ignorando la voluntad del autor. Otros críticos han situado el conjunto dentro de un "realismo mágico o fantástico", haciendo énfasis en el misterio exótico que desprenden las novelas en conjunción con las técnicas relativistas que difuminan el contextoLa obra y vida de Durrell se relacionaron estrechamente con las del narrador norteamericano Henry Miller, con quien sostuvo una larga amistad e intercambio epistolar. Las estructuras amorfas de las novelas de Miller pudieron haber influido en Durrell y viceversa, aunque cada uno singularizó su estilo hasta el extremo. La obra posterior al Cuarteto de Alejandría no ha logrado el mismo reconocimiento. No deben olvidarse otros libros, como Reflexiones sobre una Venus marina (1955) y Limones amargos (1957), libros de viajes de una extraña belleza. De este último (premio Duff Cooper Memorial) dijo el propio Durrell que no es un libro político, sino simplemente un estudio impresionista de las costumbres y el ambiente de Chipre durante los conflictivos años de 1953-1956.Otras obras suyas son Tunc (1968) y Nunquam (1970), carentes del virtuosismo de la tetralogía, aunque conservan un lenguaje y un humor macabro; y por último El quinteto de Avignon, que comenzó a escribir en 1974 y que lo integran las novelas Monseñor (1974), Livia (1978), Constance (1982), Sebastián (1983) y Quinx(1984). Si en el Cuarteto Durrell utilizó como simbolismo la Teoría de la Relatividad, en el Quinteto utiliza un simbolismo quíntuple porque, para los budistas, la personalidad está formada por cinco elementos Skandab, que proceden de los griegos clásicos e incluyen casi todas las categorías aristotélicas como fragmentos de la personalidad.
Con posterioridad publicó The big supposer (1972), Carrusel siciliano (Sicilian carousel, 1977) y Collected Poems (1980). La obra de Durrell incuestionablemente quedará como una de las más acabadas expresiones de una narrativa altamente lírica. En 1985 publicó Antrobus (The Antrobus complete) y, póstumamente, apareció su último libro, titulado Visión de Provenza (Caesar's Vast Ghost: A Portrait of Provence).
Este es un buen enlace para conocer su obra: guillermo.carvajal.es/
Durrell y los libros verdaderos
por Iván Ríos Gascón
https://ivanriosgascon.wordpress.com/2012/07/12/durrell-y-los-libros-verdaderos/
Los mapas de creación de Lawrence Durrell
http://prodavinci.com/2012/09/01/artes/los-mapas
-de-creacion-de-lawrence-durrell/
Lawrence Durrell
http://www.wikilingua.net/ca/articles/l/a/w/Lawrence_Durrell_9e43.html