La mente en la caverna
David Lewis-Williams
Historia del conocimiento
Burke figura entre algunos de los autores canónicos en el campo junto con Martin Mulsow, Pierre Bourdieu y Michel Foucault.
https://drive.google.com/file/d/1_hoQBEGKH8AZ2UVwvLmvxxcyIhWzfhKt/view
Frente a la opinión convencional que advierte una contradicción lógica en la adjetivación como «natural» de un simbolo (ya que éste sería un artificio humano nacido de la experiencia y que sólo cobra significación dentro de un esquema cultural) MARY DOUGLAS -una de las más interesantes y sugestivas figuras de la antropología británica contemporánea- mantiene que los elementos afines entre los sistemas sociales implican, también, un sistema común de SÍMBOLOS NATURALES. El distanciamiento con respecto al origen fisiológico de la especie constituye la principal manifestación de esa correlación; a medida que aumenta la presión social en el seno de una colectividad, mayor es la tendencia a expresar la conformidad individual por medio del control físico, a ignorar las funciones del cuerpo humano y a ocultar los procesos orgánicos como modo de revestir de dignidad a los acontecimientos sociales. Cuatro posibilidades diferentes de utilizar la imagen corporal para reflejar y acrecentar la experiencia humana (la consideración del cuerpo humano como órgano de comunicación, su definición como vehículo de vida en sí mismo vulnerable, el interés por el aprovechamiento de los materiales residuales, la definición de la vida como algo puramente espiritual) son las líneas centrales que vertebran otras tantas estructuras de organización simbólica. La investigación también resulta iluminadora para la comprensión del mundo contemporáneo: «Si no podemos aplicar los hallazgos de la etnología tribal a nuestro propio contexto social, poco interés nos ofrecerá estudiarla.» Para la mentalidad autoritaria, el control fisico es una metáfora del control social; mientras que la valoración de la intimidad y el rechazo del comportamiento formalista se corresponden con la voluntad de no someterse a las coerciones institucionales.
"APRENDER A SABER" Idries Shah Los sistemas esotéricos contemporáneos explotan casi invariablemente el deseo humano de perseguir o adquirir conocimientos. Es un hecho prácticamente universal que tales sistemas no prestan atención a las barreras - a menudo no advertidas - que impiden el conocimiento y la comprensión. Antes de que el aprendizaje pueda tener lugar, ciertas condiciones y factores básicos han de ser estar presentes, ya sea en el individuo o en el grupo.
La historia NATURAL es discreta, pero no siempre lo ha sido
El término histoire naturelle no está incluido en la lista de disciplinas a través de las cuales se divide y evalúa la investigación científica, ni en los planes de estudio universitarios. Nunca escuchamos a un estudiante decir « ah, a las 14h jyai curso de historia natural ». Es una de esas disciplinas oscuras con sistemática o mineralogía, que huelen un poco de polvo, la lección de las cosas, si no el gabinete de curiosidades. Lalimage courante lassociate con el museo y las ciencias de inhier. Y por una buena razón: la historia NATURAL fue una disciplina importante en las cabezas educadas de los siglos XVIIIe y XIXe.
La controversia metodológica sobre las concepciones y prácticas de la comparativa-atomía entre Georges Cuvier y Etienne Geoffroy Saint-Hilaire frente a la Academie des Sciences ha encendido las gacetas de Francia y la IEurope 1830. En la segunda mitad del siglo XVIIIe y en el siglo XIXe, cualquier familia que posea una biblioteca fue entronizada en la historia natural de Buffon, y una incluso ofreció « Buffon portátil ». Los temas de la historia natural animaron las discusiones, al igual que hoy. Sin embargo, con dos diferencias. Primero, la historia natural fue identificada una vez, « consciente » como dicen hoy. Ahora está invisibilizado: discutimos temas de la historia natural sin saber que son. En segundo lugar, la historia natural fue discutida por sí misma, porque sean sus métodos,o sus resultados fueron emocionantes. Hoy en día, sus súbditos son atrapados por el tema de las perturbaciones ambientales, incluso llevados por la ansiedad.
¿Qué es la historia natural ?
Pero, ¿sabemos realmente qué es la historia natural ? Hasta el siglo XVIIIe, el término « historia » se entiende en el antiguo sentido de « investigación ». Es un método de investigación de inventario, of inventory, de descripción y clasificación del mundo natural, de « todo lo que es », humanos incluidos. Los minerales, las formaciones geológicas, la composición de la materia, el aire y los meteoros, los seres vivos, pero también los modales y las lenguas de los pueblos humanos constituían su dominio tradicional. Para todos estos objetos, la diversidad es la regla, que explica la centralidad de la descripción, el inventario de teas, la clasificación y, especialmente, la comparación. El corazón de la historia natural es, por lo tanto, la comparación de los objetos entre sí, sus diversas características (químicas, físicas, anatómicas.).Es en él que se basa la relevancia de las clasificaciones esenciales para el lenguaje, y es que todavía nutre y mantiene hoy un vínculo original entre el campo, el, el laboratorio de investigación y colecciones de objetos y especímenes. Tenga en cuenta, sin embargo, que la historia natural de la sa no excluye comparaciones experimentales más clásicas, por ejemplo, aquellas basadas en la confrontación del experimento de la caña con situaciones de control.por ejemplo, aquellos que se basan en la confrontación de una experiencia con situaciones de control.por ejemplo, aquellos que se basan en la confrontación de una experiencia con situaciones de control.
Desde el siglo XVIII Ss añade a estos aspectos la toma en cuenta de la historia de los objetos en el largo tiempo: es hoy la ciencia de la organización de la diversidad de lo real, hecho de objetos resultantes de una historia particular. Esta forma de comprender lo real, tan específico de los historiales NATURALES, se aplica a todos los niveles de la organización de la materia, desde la mineralogía y los datos genéticos hasta los ecosistemas, y, a los pueblos y planetas humanos, que la historia natural estudia en su diversidad, temporalidad e historicidad. Las tecnologías más avanzadas e innovadoras se movilizan para hacer de estas comparaciones un enfoque particularmente fructífero para comprender el mundo que nos rodea.
Si se caracteriza de esta manera por su espíritu metódico, su historia natural no es, por lo tanto, una ciencia centrada en una clase particular de objetos. Es una dimensión probablemente necesaria de cualquier ciencia en particular y, por lo tanto, los federa en nombre de la meta-ciencia de « ofune diversidad y de lishistoire de objetos. Ella notona a priorilímites: su dominio incluye la historia del universo, la historia de la Tierra, la historia de la Vida, y también incluye el mundo humano, donde se pretende interactuar con las humanidades y las ciencias sociales. Pero también tiene una vocación unificadora concreta, en la que estimula múltiples interacciones entre disciplinas: por ejemplo, los métodos comparativos exitosos en anatomía comparada se transfieren a la comparación de instrumentos musicales, cuya variedad acompaña a la diversidad de etnias humanas, que culminan en la reconstrucción de la historia de estos instrumentos.
¿Para qué se utiliza ?
Inventar y clasificar el mundo no es una operación tan simple como parece a primera vista. Implica nombrar. ¿Pero qué nombre ? Un mundo real en movimiento donde los individuos son únicos y cambiantes. Hacer de un nombre o clase de objetos una herramienta confiable y robusta para el lenguaje científico, en otras palabras, saber de qué estamos hablando, Este nombre debe estar anclado en la realidad gracias a uno o más especímenes de referencia. Así es como todo el edificio de la historia natural, a escala internacional, se basa en colecciones de objetos, que los museos de historia natural son responsables de preservar y alimentar. Este diccionario de la naturaleza se convierte así en la base de todo enfoque y conocimiento científico. Por ejemplo, desde su creación en 1793, el Museo Nacional de Historia Natural fue triple :colecciones nacionales, investigación científica y educación pública, forjando así un conocimiento racional y colectivo del mundo real y transmitiendo este conocimiento al público (las muchas lecciones públicas de Georges Cuvier son una ilustración).
Este vínculo entre la investigación – colecciones – difusión sigue siendo relevante hoy en día inhui y posiblemente aún más agudo, la profundidad temporal que ofrecen las colecciones para responder a nuevas preguntas sobre las presiones que sufre el entorno. Por ejemplo, son muestras tomadas de las colecciones, junto con estudios de campo, y, lo que permitió resaltar el cambio de plumaje durante un período de treinta años en las poblaciones de la lechuza Strix aluco. A medida que el calentamiento global reduce la capa de nieve, la frecuencia de la morfa oscura ha aumentado a expensas del morfo gris, el primero ofrece un mejor camuflaje en nuevas condiciones. Gracias a las colecciones, fue posible documentar uno de los efectos del calentamiento global, a saber, la reducción del tamaño de las especies paseriformes durante el período 1860-2001. Siempre gracias a las colecciones de historia natural, las de Museo de campodesde Chicago, se utilizó la reflectancia fotométrica para medir la cantidad de polvo de carbón incorporado en el plumaje de varias especies de aves. Los primeros de ellos habían sido capturados a finales del siglo XIXe, permitiendo así documentar la extrema contaminación con partículas de carbón en ciertas regiones durante la primera mitad del siglo veinte. Diaros otros ejemplos abundan.
Dos lecciones para eso. En primer lugar, las colecciones de historia natural nos enseñan no solo sobre la evolución biológica y la diversidad de la biosfera, sino también sobre la evolución de nuestro entorno. En segundo lugar, los especímenes que se encuentran en interspace y en el tiempo, las colecciones son una ventana al pasado, que theinon puede abrir de nuevo con motivo de las nuevas tecnologías. En un mundo donde las tecnologías de investigación están evolucionando muy rápidamente, la conservación es la garantía de poder regresar no solo a los datos fácticos y originales, sino también a los, pero también a los ejemplares de los que fueron extraídos, y poder analizarlos con theaune de los nuevos conocimientos y técnicas. Por ejemplo,los rápidos avances en las técnicas paleogenéticas (utilizando datos de la secuenciación de la antigua ADN) dan una importancia primordial a los especímenes de colecciones de restos humanos antiguos, incluso muy fragmentarios.
Los escáneres tomográficos de rayos X permiten volver a analizar de arriba a abajo la isanatomía de los fósiles clásicos. Es esencial que los tomadores de decisiones entiendan la importancia de la sostenibilidad de esta función de conservación real. Esto también se aplica a las colecciones vivas (jardines botánicos y zoológicos) y, en cierta medida, a las reservas naturales o áreas santualizadas.
Un puente entre escalas de tiempo
La historia natural nos sacude porque Gracele abraza todas las escalas de tiempo. Al hacerlo, nos aleja de los horizontes temporales habituales. La disminución de las poblaciones de aves rurales, como la de los insectos alados, es del orden de unas pocas décadas. La desaparición pura y simple de sus especies de aves y mamíferos de más de diez kilos en la WILD, como el colapso de los arrecifes de coral, es del orden del siglo. Los espectaculares efectos del derretimiento de los casquetes polares, y en primer lugar el de la AAntártida, darán lugar a sumergimientos que se producen en este milenio. Estos magníficos dibujos en las paredes de la cueva Chauvet datan de hace 35.000 años y demuestran que en ese momento era la tundra.
La historia natural nos enseña que hace dos millones de años, había varias especies humanas simultáneamente. Las especies de vertebrados de Quadno duran más de aproximadamente un millón de años. La biodiversidad ha sufrido múltiples extinciones masivas, y eso cada vez que tiene « rebotado » – estos fenómenos que se desarrollan en pasos de tiempo del orden de los cien mil años a unos pocos millones de años. Pero también que toda la vida cesará en la tierra en menos de tres mil millones de años, antes de que la Tierra misma desaparezca, absorbido por el diámetro del sol, luego se convierte en un gigante rojo « ». Al hacer malabares con las escalas de tiempo, la historia NATURAL nos ayuda a colocar nuestras responsabilidades en el horizonte temporal correcto.No es porque la biodiversidad « rebote » en unos pocos millones de años después de la desaparición de los humanos que nos despoja de lo que dejará a nuestros nietos, dijo, es decir, el desastre anunciado para finales de este siglo.
Tomar los debates sociales
La historia natural arroja luz sobre los problemas sociales. ¿Cómo juzgar los méritos respectivos de la agronomía intensiva y la agroecología ? ¿Por qué ciertas especies percibidas como sin aparente interés ecológico o económico, sin embargo, deben mantenerse a toda costa ? La historia natural revela cómo el enfoque puramente económico es solo una dimensión, entre muchas otras, de los problemas relacionados con la conservación de espacios y especies. ¿Cuál es la validez científica de los proyectos transhumanistas ? En materia educativa, la sociedad también plantea la cuestión de la legitimidad científica del concepto de género ( hombre / mujer ), a lo que los antropólogos y etnólogos pueden responder sobre la base de su experiencia de los hechos observados.
Además, demasiados humanos niegan la legitimidad científica de la evolución biológica, que es la causa misma de su existencia. La evolución biológica es, de hecho, la teoría general de toda una parte de la historia natural (incluida la biología, la nantropología, la paleontología.). Nos enseña que solo la historia de nuestros órganos sobre millones de habitantes nos permite comprender por qué algunos de ellos, como nuestra columna vertebral, lo son, nuestro trasero aórtico o nuestro nervio frénico son « mal hechos » si los consideramos desde el punto de vista del ingeniero de kan. Una visión médica de nuestro cuerpo no es suficiente para entenderlo.Las respuestas que los historiales NATURALES pueden aportar a estas preguntas planteadas por las empresas – y es aquí solo unos pocos ejemplos – pasan por un apoyo a una formación científica temprana integrando biología, thees adquisición de conocimiento naturalista y thees iniciación a la lógica de la comparación.
Anclaje de la naturaleza humana
En el árbol filogenético de la vida, theinhuman es una especie situada al mismo nivel contemporáneo que las otras, en un lugar definido por los caracteres compartidos con otras especies, y no en virtud del valor de a que se supone que es mayor o menor. Arraigando a los humanos en la naturaleza, es en primer lugar destacar su origen como lo demuestran las ciencias de la evolución, que implica iniciar el razonamiento científico frente al creacionismo, el creacionismo, al racismo y al oscurantismo. También se trata de enraizar a lo humano en la naturaleza aquí y ahora, es decir, presentar a lo humano hoy como actor dinámico y víctima de las transformaciones de la naturaleza que despierta. Aquí es necesario deshacerse del dualismo de la naturaleza humana caricatural al tiempo que se reconoce un lugar especial para nuestra especie, el delicado equilibrio.
Ética para el planeta
La historia de TheInatural está mejor situada para alertar sobre la actual pérdida de diversidad natural. La historia NATURAL, como ciencia, tiene la vocación de prescribir valores o comportamientos. Sin embargo, puede proporcionar elementos fácticos para que nuestros conciudadanos formen la opinión más informada posible sobre ciertos temas sociales y puedan adoptar una ética para el planeta, por ejemplo, guiando sus elecciones individuales y colectivas :
– saber por qué o por qué una acción tiene fama « buena » ;
– considerar las trayectorias históricas del mundo natural y humano ;
– para considerar la dinámica actual y las necesidades de los humanos ;
– para tener en cuenta la dinámica actual y las necesidades de los entornos naturales.
Historias naturales es particularmente legítimo para promover una ética eco-centrada del planeta. No es una ética utilitaria donde el « desarrollo » solo seguiría siendo económico y solo sería « sostenible » para el bienestar humano, pero una ética de acción a largo plazo que tendría en cuenta el valor intrínseco de los seres vivos. Esta es la preservación de un potencial evolutivo de la red de interacciones de la naturaleza humana, liberada de su dualismo inicial, hasta ahora muy conveniente para liberarse de las restricciones. Esto consiste principalmente en garantizar el mantenimiento de una diversidad intraespecífica e interespecífica, así como de una diversidad cultural humana.
Preservar la naturaleza solo para satisfacer nuestras necesidades económicas y sociales de manera sostenible es ciertamente necesario para las pocas generaciones que nos seguirán, pero no tiene en cuenta la sostenibilidad a muy largo plazo de la dinámica natural. Poner la naturaleza bajo campana declarando un área natural « prohibido » nn tampoco es una solución a largo plazo porque restringe la variabilidad, una característica fundamental de los seres vivos, y por lo tanto limita el potencial evolutivo, y en última instancia la diversidad. Por lo tanto, no es compatible con la dinámica misma de la vida. Además, al encerrar así a los vivos en un escaparate, excluye a los humanos, de hecho.
Una cultura general finalmente impregnada de historia NATURAL
Como esto ha sido durante mucho tiempo el caso en muchos países de la Europa del Norte, debemos trabajar para garantizar que la ciencia, y en primer lugar la historia natural, sea parte de la cultura, especialmente en Francia. Es una tradición deplorable, en nuestro país, que lo que se considera « cultural » solo tiene en cuenta un espectro relativamente pequeño de conocimiento y actividades humanas, es, principalmente las artes de la amenidad (pintura, música, teatro, cine.) y la literatura. El valor cultural y estético de las producciones de la industria HUMANA es tan despreciado por una cierta intelectualidad del medio cultural como el conocimiento naturalista del mundo que nos rodea. Esto es aún más sorprendente ya que los vínculos entre los historiales naturales y las diversas formas de actividades artísticas son profundos y antiguos.
La reconquista de la cultura a través de la historia natural debe pasar obviamente por el apoyo institucional inscrito a largo plazo. Pero también implica la movilización de naturalistas aficionados, ONG, ciencias participativas, el sistema escolar y acciones de difusión innovadoras. Sobre todo, es deseable que esta cultura científica expandida también cruce las puertas de las instituciones donde se forman nuestras élites políticas y tomadores de decisiones. Ante los retos medioambientales, ya es hora de que la historia NATURAL vuelva a formar parte de los requisitos de la cultura general, como lo fue en los siglos XVIIIe y XIXe.
Este artículo se publicó por primera vez el 7 de septiembre de 2023 en el diario AOC.
¿El ser humano es un estadio erróneo de la evolución, unidimensional y por tanto inevitablemente destinado a fracasar? Construyendo un amplio puente entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias humanísticas, entre la biología de la evolución y la historia, Jost Herbig describe una de las fases de cambio más exitosas de la historia de la humanidad: la transición del pensamiento mítico al pensamiento racional y el surgimiento de la moderna comprensión del hombre y su entorno. Hace dos mil quinientos, en el ámbito cultural griego se extendieron nuevas ideas que desde entonces determinaron nuestra concepción del mundo. La ciencia y la técnica de nuestro tiempo y especialmente también la democracia moderna se basan en las ideas y conceptos creados en aquella época. La creencia en dioses que dominan con una arbitrariedad fatal sobre las fuerzas de la naturaleza y los seres humanos dejó paso, alrededor del año 600 a.C., a la intuición de una legalidad en el cosmos y en el Estado. "Equipados" tan sólo con los sentidos y el entendimiento, los pensadores griegos desarrollaron en dos siglos la teoría atómica de la materia, una hipótesis que sólo se confirmaría en nuestro tiempo de una manera experimental. En esta obra bien documentada e innovadora, y con una exposición clara y atractiva, Herbig trata nada menos que de las bases del conocimiento.
Biólogos como el etólogo Konrad Lorenz intentaron demostrar que la evolución dotó al ser humano con órganos sensoriales y un sistema nervioso que determinan de una manera genéticamente programada su forma de captar la realidad. La fijación en esta "dote" biológica invariable hizo pasar por alto, sin embargo, la enorme importancia de las concepciones culturales, susceptibles de transformaciones. Inseparablemente unidas, la naturaleza y la cultura forman la concepción humana del mundo. "El probado método científico de derivar una realidad compleja de principios lo más simples posible fracasa allí donde comienza la libertad cultural de los seres humanos. Porque las capacidades biológicas no determinan los logros (y actos fallidos) culturales con la claridad de las causas físicas que producen efectos físicos. Sólo proporcionan las condiciones previas. Los logros mismos no se producen sino en el nivel cultural. Ante esta transición de lo biológico a lo cultural sólo puede fracasar un diagnóstico científico que derive los fenómenos culturales únicamente de causas biológicas. Quien habla de conocimiento debe saber diferenciar. Diferenciar entre lo natural y lo artificial es más importante que nunca. Esta obra pretende ser una contribución para difundir esta necesaria capacidad."
¿Transformación del conocimiento o evolución del aprendizaje?
El hombre desde sus inicios siempre ha sido el protagonista de su historia, ha sido el ente transformador que ha regido sin obstáculos las bases de la civilización y su obligatoria evolución. La mente humana, siempre gestando y produciendo ideas, interpretando y asimilando saberes, es el lugar donde todos los saberes son pensados.
El pensamiento ha transformado el conocimiento obtenido en ideas revolucionarias que hoy en día han brindado los alcances tecnológicos jamás pensados. Entonces, luego de adquirir el conocimiento, ha sido una necesidad que éste sea impartido para que sus límites se expandan indefinidamente. En la conversión extendida del conocimiento al aprendizaje siempre se ha descrito una transformación; ya que a medida que surge es requerida una vía para adquirirlo, por lo tanto, se establecen tendencias en la forma de impartirlo a lo largo del tiempo para que expanda a través de la historicidad de su evolución. El medio con el cual el conocimiento se propaga en el tiempo son las mentes que han aprendido y adquirido las bases para finalmente ejecutarlo, a tal punto que todo lo que hoy denominamos "día a día", en algún momento fue considerado una utopía. Era imposible imaginarse construcciones tan altas, transmitir la información a través de todos los lugares de la tierra y con la velocidad de la luz acceder por fibra óptica a todos los rincones de la tierra.
La forma de transmitir el conocimiento hoy en día es una reto para universidades y colegios, especialmente porque es justamente la desmedida forma como éste se expande, que hace cada vez más estática la forma de distribuirlo, es por eso que de manera armonizada las nuevas herramientas se han puesto a disposición para que el conocimiento acceda de una forma diferente, creándose nuevas alternativas para que el conocimiento sea visto como un consumo o un producto, es decir, que hasta se han gestado formas de aprendizaje y autoaprendizaje en sitios web sin necesidad de ir a un aula de clase para acceder al conocimiento. Es totalmente innecesario ir a la biblioteca si no es una pregunta específica que sólo se puede encontrar en un texto guía o para obtener un texto que sólo se encuentra en un libro particular. Los retos actualmente se han enfocado en la forma de impartir el conocimiento y es por eso por lo que han surgido nuevos desarrollos técnico y tecnológicos, orientados hacia la gestión del conocimiento, buscando ampliar la cobertura al público interesado en aprender, permitiendo generarse no sólo conocimiento técnico sino también conocimiento en la forma de publicitar y distribuirlo a las nuevas mentes.
La historia de la ciencia y el desarrollo de las nuevas estructuras del pensamiento, nos ha permitido conocer y describir las tendencias del aprendizaje, enfocándose ya no en el objeto de estudio al conocimiento sino al aprendizaje, es decir, nuevas perspectivas han dado cambios significativos en la forma de la enseñanza, haciendo que las nuevas mentes vayan adquiriendo las bases que requieren para que se expandan de manera paralela al conocimiento, buscando que la misma velocidad con la que se expande el conocimiento se expanda su mente. Se consideraba con antelación que la única forma como se aprendía era recibir información de manera permanente y la intensidad de recibirlo dependía claramente de las circunstancias académicas, pero esto sería un sistema cerrado sin interacción con su alrededor, pues no habría transformación del conocimiento, pues hacia su entorno no brindaría aporte porque sólo habría aptitud para recibir sin interaccionar. El aprendizaje actualmente nos presenta una visión abierta, tal que el conocimiento accede y es procesado tal que al unísono se obtiene por parte del estudiante un aporte significativo. El aprendizaje induce en los estudiantes el interés por el conocimiento, y ahora es la forma como se lleva la necesidad a aprender hacia el enorme conocimiento lo que atrae interés. Las nuevas formas de inducir el interés por aprender nuevos conocimientos, es lo que sin duda ha marcado una pauta en las nuevas tendencias de la enseñanza. La comercialización de un conocimiento y la forma como es asimilado ha permitido abrir las puertas de los nuevos profesionales, pues la cuarta revolución del conocimiento ha virtualizado y digitalizado el saber, por lo tanto, sólo a través de redes y TICs como se puede disolver el conocimiento que es requerido en específico. La enseñanza debe adaptarse a las nuevas formas de la tecnología, de la distribución de la información, del cambio sustancial entre un tablero lleno de ecuaciones a una lección por un video. Es cierto que las asesorías en una asignatura han cambiado por buscar ayuda en videos de profesores que de manera filantrópica han dejado sus clases en la red. Para hacer un impacto significativo del conocimiento en las nuevas mentes es necesario hablar en el idioma de la actual tecnología y por ende de la nueva forma del aprendizaje. La gestión del conocimiento ha cambiado sustancialmente la visión, pues ha incurrido en una transformación de la adquisición de la información.
Es cierto que el conocimiento se ha vuelto específico y se han marcado de manera aguda los conocimientos para su respectiva aplicación, pues ya no es necesario un conocimiento enciclopédico para aplicar un conocimiento técnico en una corporación. Los beneficios actuales han permitido acceder a conocimiento gratuito y con facilidad para adquirirlo, también ha estandarizado a nivel general. En general, el conocimiento se expande y se incrementa, pero también es cierto que no todo este enorme contenido es relevante, es por eso que dependiendo de esto es como se puede crear el nexo a dicho contenido y es la forma de adquirirlo como ha evolucionado hasta el día de hoy.
Salverte creyó descubrir, en los hechos prodigiosos narrados por los antiguos, manifestaciones incomprendidas o mal explicadas de fenómenos físicos y químicos, cuyas leyes fueron celosamente guardadas por las castas sacerdotales, filósofos, profetas, hierofantes, magos y teúrgos. Obra de vasta erudición, con amplias referencias al saber antiguo, que cita sus fuentes de estudio —abarca un amplio período que va desde las iniciaciones del zoroastrismo hasta sus contemporáneos— y cuya abrumadora información será de gran utilidad al lector curioso o especializado.
Presentamos nuestro trabajo en tres partes. Primero presentamos el modelo, mostrando cómo la representación mental de la práctica está integrada en una red de limitaciones encarnadas y cómo interviene un profesor para ayudar a construir la representación para el alumno. Luego mostramos cómo la naturaleza fragmentaria de estas intervenciones se combina con las limitaciones del entorno para permitir la transmisión precisa de conocimientos de generación en generación. Finalmente, presentamos nuestros resultados sobre la dinámica cultural que surge espontáneamente del modelo, a saber, la evolución en ráfagas..
En principio, cada uno de estos comportamientos condicionales puede especificarse mediante uno de un conjunto de símbolos. Si el cuerpo está en tal y cual posición, y el caballo hace tal y cual cosa, el jinete debe responder bajando las manos ('opción a para la faceta uno', o a1 para abreviar), o, alternativamente, elevándolos (opción B1)? ¿Deberían relajar la espalda (opción a2) o enderezarlo (opción B2)? Parte de la especificación de facetas para un estilo de conducción podría ser a1a2, mientras que otro estilo podría ser B1B2, Etcétera. El número de facetas es potencialmente muy alto..
Cuando a la mayoría de los estudiantes les va extremadamente bien, pero a una pequeña fracción, con habilidades equivalentes, les va extremadamente mal, puede ser una señal de que está en juego la enseñanza tácita..
¿Son compatibles la libertad estética y el compromiso político? McEwan reflexiona a partir de Orwell y Camus.
En 1940 George Orwell publicó el ensayo «En el vientre de la ballena», en el que se pregunta cómo pueden conjugar los escritores la integridad estética y el compromiso político. ¿Son compatibles? ¿Cuál debe prevalecer por encima del otro? ¿Tiene sentido exigirle a un creador la denuncia de las injusticias del mundo? Años después, en 1957, Albert Camus, otro heterodoxo antitotalitario, y temprano denunciante del estalinismo, se planteó el mismo asunto.
Ian McEwan aborda la relación entre arte y compromiso a partir de ellos, porque sus reflexiones siguen interpelándonos en el convulso mundo actual.
https://ia801408.us.archive.org/21/items/morgado-garcia-arturo.-historia-de-la-cultura-en-la-edad-moderna-2017/Morgado%20Garc%C3%ADa%2C%20Arturo.%20-%20Historia%20de%20la%20cultura%20en%20la%20Edad%20Moderna%20%5B2017%5D.pdf
Piense en una forma encarnada o tácita de conocimiento cultural con la que esté familiarizado, como saber cómo hacer la expresión facial correcta para comunicar una emoción, saber montar a caballo o realizar un saque de tenis, o saber sostener la copa correctamente. durante una ceremonia del té japonesa. Ahora intenta dividir esta práctica en pedazos. En el caso de montar a caballo, una práctica cultural que existe desde 3500 antes de Cristo – Los bits relevantes pueden incluir cosas como la ubicación de sus manos, el ángulo entre su codo y su muñeca, o la posición de su espalda y la distribución de su peso sobre la espalda del caballo..
ENIGMAS
Sin embargo, Osten señala que en la era digital, este vínculo entre la memoria y la cultura está en peligro. Con la proliferación de tecnologías digitales, como las redes sociales, los dispositivos móviles y las plataformas de almacenamiento en la nube, la memoria humana está siendo externalizada y fragmentada. Osten sostiene que, al confiar cada vez más en dispositivos externos para recordar por nosotros, estamos perdiendo la capacidad de retener y reflexionar sobre nuestras experiencias. Este fenómeno, que él describe como la "destrucción de la cultura del recuerdo", amenaza con erosionar la profundidad y la riqueza de la memoria humana.
Osten también explora las consecuencias sociales y políticas de esta transformación digital. La externalización de la memoria a dispositivos y plataformas controladas por grandes corporaciones plantea cuestiones sobre la soberanía y el control de la información. Osten advierte sobre los peligros de la manipulación y el control de los recuerdos colectivos por parte de actores con intereses económicos o políticos. Este control puede llevar a una reconfiguración de la historia y la memoria colectiva de acuerdo con agendas particulares, lo que representa una amenaza para la libertad y la autonomía de los individuos y las sociedades.
En su conclusión, Manfred Osten llama a una reflexión profunda sobre el papel de la tecnología en nuestras vidas y aboga por una recuperación de la cultura del recuerdo. Propone un enfoque equilibrado que reconozca los beneficios de la tecnología digital, pero que también se esfuerce por preservar la memoria humana en su forma más rica y significativa. Osten sugiere que es necesario encontrar formas de integrar la tecnología en nuestras vidas de manera que enriquezca, en lugar de empobrecer, nuestra capacidad de recordar y aprender del pasado.
Provocadores y paganos
https://libros.uaa.mx/index.php/uaa/catalog/view/185/181/819
La estética del silencio: Susan Sontag sobre el arte como forma de espiritualidad y el papel paradójico del silencio en la cultura creativa
Por María Popova
“El impulso de crear comienza —a menudo de forma terrible y temerosa— en un túnel de silencio,” Adrienne Rich afirmó en su espectacular conferencia de 1997: Artes de lo posible. Pero fue exactamente tres décadas antes que otro de los intelectos más incisivos de la humanidad presentó el mejor —y más oportuno hoy— argumento a favor de la función generativa del silencio en una cultura creativa ahogada en ruido.
En La estética del silencio, el primer ensayo de su colección totalmente indispensable de 1969 Estilos de voluntad radical (biblioteca pública), Susan Sontag (16 de enero de 1933–28 de diciembre de 2004) examina cómo el silencio media el papel del arte como forma de espiritualidad en una cultura cada vez más secular.

Poco después escribió en su diario que “el arte es una forma de conciencia” y poco antes Pablo Neruda escribió su hermosa oda al silencio y Paul Goodman —quien compartía una admiración mutua con Sontag— enumeró Los nueve tipos de silencio, ella escribe:
Cada época tiene que reinventar el proyecto de “espiritualidad” para sí misma. (Espiritualidad = planes, terminologías, ideas de comportamiento encaminadas a resolver las dolorosas contradicciones estructurales inherentes a la situación humana, a la realización de la conciencia humana, a la trascendencia.)
En la era moderna, una de las metáforas más activas del proyecto espiritual es “el arte.” Las actividades del pintor, del músico, del poeta, del bailarín, una vez agrupadas bajo ese nombre genérico (un movimiento relativamente reciente), han demostrado ser un lugar particularmente adaptable para poner en escena los dramas formales que acosan a la conciencia, siendo cada obra de arte individual un paradigma más o menos astuto para regular o reconciliar estas contradicciones. Por supuesto, el sitio necesita una renovación continua. Cualquier objetivo que se establezca para el arte eventualmente resulta restrictivo y se compara con los objetivos más amplios de la conciencia. El arte, en sí mismo una forma de mistificación, sufre una sucesión de crisis de desmitificación; los objetivos artísticos más antiguos son atacados y, aparentemente, reemplazados; se vuelven a dibujar mapas desgastados de la conciencia.
Pero el arte moderno, sostiene Sontag, es tanto una forma de conciencia como una respuesta a nuestro anhelo de anticonciencia, hablando de lo que ella llama “la necesidad o capacidad de la mente para el autoextrañamiento”:
El arte ya no se entiende como conciencia que se expresa y, por tanto, implícitamente, se afirma a sí misma. El arte no es conciencia per se, sino más bien su antídoto — evolucionado desde dentro de la conciencia misma.
Como tal, el arte usurpa el papel que la religión y el misticismo tenían anteriormente en la vida humana —algo para satisfacer nuestro “anhelo por la nube del desconocimiento más allá del conocimiento y por el silencio más allá del habla” La saciedad espiritual que surge de este diálogo entre arte y antiarte, señala Sontag, requiere la búsqueda del silencio. Para el artista serio, el silencio se convierte “en una zona de meditación, preparación para la maduración espiritual, una prueba que termina en obtener el derecho a hablar”
En una contraparte de su advertencia posterior de que La publicidad es “algo muy destructivo” para cualquier artistaSontag considera que el celo que debe tener el artista para proteger esa zona de silencio —una noción de particular urgencia en nuestra era de expectativas tiránicas con respecto a los artistas’ es el compromiso con las redes sociales:
En lo que a él respecta, el artista se siente continuamente tentado a cortar el diálogo que mantiene con el público. El silencio es la extensión más lejana de esa renuencia a comunicarse, de esa ambivalencia sobre el contacto con el público… El silencio es el gesto sobrenatural supremo del artista: con el silencio, se libera de la esclavitud servil hacia el mundo, que aparece como patrón, cliente, consumidor, antagonista, árbitro y distorsionador de su obra.

Y, sin embargo, en un sentimiento que recuerda la astuta observación de Kierkegaard de que Expresar desprecio sigue siendo una demostración de dependencia, Sontag reconoce que el gesto de silencio en la abdicación de la sociedad sigue siendo “un gesto altamente social” Ella escribe:
Una decisión ejemplar de este tipo sólo puede tomarse después de que el artista haya demostrado que posee genio y lo haya ejercido con autoridad. Una vez que ha superado a sus pares según los estándares que reconoce, a su orgullo sólo le queda un lugar por recorrer. Porque ser víctima del anhelo de silencio es ser, en un sentido aún mayor, superior a todos los demás. Esto sugiere que el artista ha tenido el ingenio de hacer más preguntas que otras personas y que posee nervios más fuertes y estándares de excelencia más elevados.
El silencio, entonces, no se ejerce en lo absoluto sino en grados, mediando entre arte y antiarte, entre conciencia y anticonciencia:
La elección del silencio por parte del artista moderno ejemplar rara vez llega a este punto de simplificación final, de modo que se queda literalmente en silencio. Lo más habitual es que siga hablando, pero de una manera que su público no pueda oír…
El hábito crónico del arte moderno de disgustar, provocar o frustrar a su público puede considerarse como una participación limitada y indirecta en el ideal del silencio que ha sido elevado como un estándar importante de “seriedad” en la estética contemporánea.
Pero también es una forma contradictoria de participación en el ideal del silencio. Es contradictorio no sólo porque el artista sigue realizando obras de arte, sino también porque el aislamiento de la obra respecto de su público nunca dura… Goethe acusó a Kleist de haber escrito sus obras para un “teatro invisible” Pero eventualmente el teatro invisible se vuelve “visible.” Lo feo, discordante y sin sentido se vuelve “hermoso.” La historia del arte es una secuencia de transgresiones exitosas.
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Comprometido con la idea de que el poder del arte se encuentra en su poder de negación, el arma definitiva en la guerra inconsistente del artista con su público es acercarse cada vez más al silencio.
Y, sin embargo, señala Sontag, el silencio es relacional — si bien puede ser la intención del artista, nunca puede ser la experiencia del público. (Para dar un ejemplo supremo, no necesitamos mirar más allá de Juan Cage, quien incluso durante su imposición más contundente del silencio fue en diálogo dinámico con la audiencia sobre el cual se imponía el silencio.)
De hecho, Sontag brilló lateralmente sobre esta noción tres años antes en su obra maestra Contra la interpretación — ¿Qué es la interpretación sino el acto de llenar el silencio del artista con el ruido del público? Ella escribe:
Sin embargo, el silencio no existe en un sentido literal, ya que experiencia de una audiencia. Significaría que el espectador no era consciente de ningún estímulo o que era incapaz de dar una respuesta… Mientras el público, por definición, esté formado por seres sintientes en una situación “,” es imposible que no tenga respuesta alguna.
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No hay superficie neutral, no hay discurso neutral, no hay tema neutral, no hay forma neutral. Algo es neutral sólo con respecto a otra cosa — como una intención o una expectativa. Como propiedad de la obra de arte misma, el silencio sólo puede existir en un sentido cocido o no literal. (Dicho de otro modo: si una obra existe, su silencio es sólo un elemento de ella) En lugar de un silencio crudo o logrado, se encuentran varios movimientos en la dirección de un horizonte de silencio en constante retroceso — movimientos que, por definición, nunca pueden consumarse por completo.

Ella ilustra esto con la escena clásica de Lewis Carroll A través del espejo, donde Alice se encuentra con una tienda “llena de todo tipo de cosas curiosas” y, sin embargo, cada vez que mira de cerca un estante, aparece “bastante vacío, aunque los demás a su alrededor estaban abarrotados como podían contener” El silencio, de manera similar, es relacional más que absoluto:
“El silencio” nunca deja de implicar su opuesto y de depender de su presencia: así como no puede haber “arriba” sin “abajo” o “izquierda” sin “derecha,” así también hay que reconocer un entorno circundante de sonido o lenguaje para reconocer el silencio…
Un vacío genuino, un silencio puro no es factible — ni conceptual ni de hecho. Aunque sólo sea porque la obra de arte existe en un mundo provisto de muchas otras cosas, el artista que crea silencio o vacío debe producir algo dialéctico: un vacío pleno, un vacío enriquecedor, un silencio resonante o elocuente. El silencio sigue siendo, ineludiblemente, una forma de expresión (en muchos casos, de denuncia o acusación) y un elemento del diálogo.
El silencio, sostiene Sontag, es también una forma de dirigir la atención. En un pasaje triplemente oportuno hoy, medio siglo después de los medios de comunicación que llaman la atención, escribe:
El arte es una técnica para centrar la atención, para enseñar habilidades de atención… Antes la tarea del artista parecía ser simplemente la de abrir nuevas áreas y objetos de atención. Esa tarea todavía se reconoce, pero se ha vuelto problemática. La propia facultad de atención ha sido puesta en tela de juicio y sometida a estándares más rigurosos…
Quizás la calidad de la atención que uno presta a algo sea mejor (menos contaminada, menos distraída) cuanto menos se le ofrezca. Amueblado de arte empobrecido, purgado por el silencio, uno podría entonces comenzar a trascender la frustrante selectividad de la atención, con sus inevitables distorsiones de la experiencia. Lo ideal sería poder prestar atención a todo.
Muchos años después, Sontag lo haría aconsejar a los aspirantes a escritores aprender a “prestar atención al mundo” como la habilidad más importante de contar historias. El silencio, sostiene aquí, nos invita a prestar una atención desinteresada e inconsciente al mundo que el artista está creando. En un sentimiento que explica por qué no hay comentarios sobre Recolección de cerebros y captura el agudo hambre espiritual actual por un espacio para la contemplación no reactiva en medio de una cultura de difusión reactiva de opiniones, escribe Sontag:
La contemplación, en sentido estricto, implica el olvido de uno mismo por parte del espectador: un objeto digno de contemplación es aquel que, en efecto, aniquila al sujeto que lo percibe… En principio, el público puede ni siquiera añadir su pensamiento. Todos los objetos, correctamente percibidos, ya están llenos.
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La eficaz obra de arte deja silencio a su paso. El silencio, administrado por el artista, es parte de un programa de terapia perceptiva y cultural, a menudo siguiendo el modelo de la terapia de choque más que de la persuasión. Aunque el medio del artista sean las palabras, puede participar en esta tarea: el lenguaje puede emplearse para comprobar el lenguaje, para expresar mutismo… El arte debe montar un ataque a gran escala contra el lenguaje mismo, por medio del lenguaje y sus sustitutos, en nombre del estándar del silencio.
Una vez más, la extraordinaria presciencia de Sontag arroja su rayo brillante sobre nuestro tiempo, a lo largo de medio siglo de cambios culturales perfectamente esperados. Muy parecida a ella Presagió las desventajas del fotofetichismo en Internet en la década de 1970 y amonestado contra el tratamiento del material cultural como “contenido” En la década de 1960, capta todo el espíritu de nuestras redes sociales en 1967:
El arte de nuestro tiempo es ruidoso con llamamientos al silencio. Un nihilismo coqueto, incluso alegre. Uno reconoce el imperativo del silencio, pero sigue hablando de todos modos. Al descubrir que uno no tiene nada que decir, busca una manera de decir eso.
La estética del silencio Es una lectura inconmensurablemente gratificante en su totalidad, al igual que el resto de Estilos de voluntad radical. Complétalo con Sontag en amor, “consumismo estético” y la violencia de la cultura visual, cómo nos aprisionan las polaridades, por qué las listas nos atraen, ella Meditaciones diarias sobre arte, y ella consejos para aspirantes a escritores.