
Conocemos de sobra las apuestas formativas y estéticas de la BAUHAUS, pero siempre pasamos por puntillas por la escuela de ULM. ¿Qué es la escuela de ULM? ¿Quiénes son sus creadores? ¿Qué trascendencia tienen?.
Durante los años 40 los suizos, desde su eterna neutralidad, habían venido configurando lo que luego se ha llamado “estilo internacional”. Un ejercicio de sintetismo y frialdad heredero de la Bauhaus y del racionalismo arquitectónico. La escuela de ULM tomó el testigo de estos a mediados de los años 50, cuando un grupo de diseñadores encabezados por Max Bill y Otl Aicher decidieron dar un sentido científico y objetivo al diseño. Entender el diseño como una disciplina científica supuso el camino hacia las matemáticas, la geometría, la técnica… y sobre todo a un concepto de continua experimentación e investigación metodológica
Algunos productos de enorme impacto en el mundo de las artes gráficas salieron de los laboratorios de la escuela de Ulm. Así, Otl Aicher desarrolló en sus clases de Construcción Visual ejercicios tan importantes como el logotipo de Braun, el de Lufthansa o la mascota de los juegos olímpicos de Munich.
La relación con la empresa fue uno de los pilares fundamentales de esta escuela. Más allá del logotipo, la marca de electrodomésticos Braun desarrolló muchos prototipos con alumnos aventajados de la escuela tutelados por el profesor Hans Gugelot.
En el campo de la cartelería destacamos al profesor Josef Müler-Brockmann. Su trabajo en gráfica supone la atracción absoluta que da paso al juego geométrico. El uso del color y las matemáticas convirtieron a sus imágenes en piezas revolucionarias que rompieron definitivamente con la tradición narrativa del cartel.
- Max Bill: fue un arquitecto, pintor, escultor, diseñador gráfico, tipográfico e industrial, publicista y educador suizo. Estudió en la Kunstgewerbeschule de Zúrich y en el Bauhaus de Dessau. Fue el primer rector de la escuela HfG de Ulm y formó parte del grupo “abstraction-création”.
- Universidad radicada en Ulm, Alemania. Se dedicó a la enseñanza, la investigación y el desarrollo en el campo del diseño, siendo considerada en cierto modo, como la heredera de la Bauhaus
- Hans Gugelot: fue un reconocido arquitecto y diseñador industrial, se destacó en el diseño de mobiliario y producto para la firma Braun, y en su labor como docente en la escuela de diseño HfG de Ulm.
- Ulmer Hocker: corresponde formalmente a las heces de caballete tradi- cional y se mecanizó en la carpintería de la Escuela de Diseño de Ulm.
- 1968: dejan de invertir fondos en la institucion, y la escuela cierra.
- Esquema pegagógico de la Bauhaus/ Esquema pedagógico Ulm
- Tocadiscos Kompaktgerät SK 4, diseñado por Hans Gugelot y Dieter Rams
- Maqueta de Tomás Maldonado
- Taza de Hanz Nick Roericht 1959
- Edificio de la HFG de Ulm 1955
- Taburete Ulmer Hocker de Max Bill 1954
- Diseño de carrocería de Michael Conrad y Pio Manzú
- Tomás Maldonado es un pintor, diseñador industrial y teórico del diseño argentino. Es conocido por su considerable influencia en el pensamiento y la práctica del diseño en la segunda mitad del siglo XX y es considerado como uno de los principales teóricos del llamado enfoque científico del diseño. Fue miembro fundador del Movimiento de Arte Concreto. Su reputación se estableció durante sus años en la Hochschule für Gestaltung (HfG) en Ulm, Alemania, donde su influencia se sentía cada vez más, tras su nombramiento como director en 1954.
- Estructura de la escuela de Ulm
- Nombre de la obra: Ulmer Hocker
- Autor: Diseñador Max Bill, Hans Gugelot
- Año de lanzamiento: 1954
- Dimensión: 450 × 395 × 285 mm
- Colección Vitra Design Museum.
- Fabricante: Vitra (1)
- Materiales: madera de abeto rojo o de haya, sin barnizar Este producto ya no se fabrica.
- Vitra es un fabricante de muebles dedicado al desarrollo de soluciones ergonómicas
- El manifiesto del Arte Concreto lo firmó Theo van Doesburg y en él se recogían las ideas determinantes de la práctica de Bill. Defendía que el camino lógico del arte debía ser el opuesto al seguido por el cubismo e incluso por Mondrian: en lugar de partir de la representación de un mundo objetivo para alcanzar gradualmente configuraciones abstractas, debe partir de estas abstracciones. Bill añadió a los postulados de van Doesburg una preocupación por el uso, y un reconocimiento del objeto industrial como creación a la altura de una obra de arte. Max Bill enfatizó este interés al definir las obras de Arte Concreto como ‘trabajos de laboratorio destinados a la satisfacción de la pura funcionalidad’.
- El taburete de diferentes posiciones
- Despiece y proceso de armado de la silla
- Joseph Gil, 1960
- Maquinilla de afeitar eléctrica Sixtant Sm 31, de Braun. Diseño de Hans Gugelot y Gerd Alfred Muller, con su simbólico logotipo
- Radio y fonógrafo portátil de Braun, Dieter Rams. Otro ejemplo del logotipo creado por importantes exponentes de la escuela de Ulm.
- Libro “El mundo como proyecto” de Otl Aiche
- Libro “Atlas ilustrado del diseño”
- Libro “Diseño del siglo XX” Taschen
- Libro “El diseño industrial de la A a la Z” Taschen
- http://www.faud.unsj.edu.ar/descargas/LECTURAS/Diseno%20 Industrial/OBLIGATORIA/3.pdf
Escuela de Ulm
Línea de tiempo
Investigación
La Hochschule fur Gestaltung fue una escuela universitaria de diseño radicada en Ulm, Alemania, fundada en 1953. Se creó por iniciativa de la “Fundación Hermanos Scholl”, fundación que había sido creada en 1950 por Inge y Grete Scholl en memoria de sus hermanos Hans y Sophie, ejecutados en 1943 por el régimen nazi. La idea de una institución dedicada a vincular la actividad creadora con la vida cotidiana se remontaba a 1946 cuando Inge Scholl, junto al diseñador gráfico Otl Aicher (quien más tarde fue su marido) y un grupo de jóvenes intelectuales alemanes plantearon la posibilidad de fundar un instituto de enseñanza e investigación que tuviera como objetivo colaborar en la reconstrucción cultural de una sociedad moralmente destruida por el nazismo y la guerra.
Con el fin de resucitar la pedagogía social de la Bauhaus, que había cesado prematuramente con la llegada al poder de los nacionalsocialistas en los años treinta. La idea surgió en un encuentro con Max Bill en 1947, quien elaboró los planos para las instalaciones y fue su primer director. Inge Aicher-Scholl y Otl Aicher se casaron en 1952 y al año empezaron los cursos de diseño, que contaron con varios conferenciantes ex miembros de la Bauhaus, como Ludwing Mies van der Rohe, Josef Albers y Johannes Itten. Ellos, junto a Max Bill fueron los fundadores.
En cierto modo considerada como heredera de la Bauhaus, la escuela generó un modelo propio, el modelo Ulm, caracterizado por la integración del proceso de diseño en el proceso de producción, y por la elaboración de una metodología proyectual, es decir, por dotar de carácter metodológico al proceso de creación.
La escuela estaba orientada hacia un marco político-social. Además de la formación se tenía una actitud antifascista con esperanza democrática. El diseño gráfico debía transformarse en comunicación social, y el de productos fomentar la humanización de la vida cotidiana.
La HfG se propuso continuar la labor de la Bauhaus, pero con una diferencia esencial: la Bauhaus consideraba la formación dentro de las artes liberales un requisito para el diseño de una buena forma industrial.
Acabada la segunda guerra mundial, en una Alemania vencida y superviviente de profundas tragedias políticas y sociales, se llevó a cabo un intento de proponer de nuevo a Europa una metodología que se pudiese configurar como modelo casi científico de acercamiento a las cuestiones del diseño.
Durante su funcionamiento fueron investigados y puestos en práctica nuevos enfoques en el diseño, dentro de los departamentos de: Comunicación visual, diseño industrial, construcción, informática, y más tarde en cinematografía.
La HfG propugnaba la acometida directa, práctica, de la tarea propuesta. Por eso no hubo en Ulm ni estudios para pintores o escultores ni talleres de artesanía.
Si bien la escuela trató de humanizar la metodología del diseño con cursos de semiótica, antropología, estudio contextual, teoría de los juegos y psicología, se recuerda por su enfoque funcional y sistemático del proceso de diseño basado en gran parte en la ingeniería.
La estética industrial resultante influyó en el posterior diseño de productos en Alemania.
Mientras algunos miembros de la HfG daban al diseño de productos un enfoque sistemático y científico, otros se habían aventurado a liberar el proceso de diseño del funcionalismo dogmático. Esta contradicción fue lo que frustró el éxito de la Hochschule fur Gestaltung y el de su antecesora espiritual, la Bauhaus.
Desde el comienzo de su funcionamiento se plantearon divergencias en cuanto a la concepción didáctica, divergencias que llevaron a Max Bill a renunciar como rector en 1956 y a abandonar la escuela en 1957 (Tomás Maldonado toma su lugar).
Max Bill planteaba una enseñanza basada en el ejemplo de la Bauhans, en el cual el artista-diseñador (dador de forma) desempeña un papel predominante en el desarrollo del producto; por otro lado estaban los que, sobre todo en los cursos teóricos, buscaban hacer énfasis en la tecnología de los materiales, en la teoría y los métodos de producción, en los estudios relativos al desarrollo de la sociedad industrial, en la teoría y epistemología de la ciencia, en la teoría de la información, en la semiótica, en la cibernética, en la ergonomía, etc.; entre estos últimos se encontraba Tomás Maldonado (7), quién consideraba al diseño como un proceso sistematizable de manera científica y no intuitiva.
El plan de estudios duraba 4 años. El primero de los años estaba dedicado al curso básico que estaba destinado a compensar el déficit de la enseñanza primaria y secundaria en cuanto a las actividades proyectuales y la creatividad.
Los 2 años siguientes se destinaban a la especialización electiva: diseño industrial, industrialización constructiva, comunicación visual e Información, y más tarde se incluye la cinematografía.
El último año estaba destinado a la tesis de grado. El plan estaba sujeto a las investigaciones que se hacían en cuanto a las nuevas aproximaciones al diseño y que luego eran puestas en práctica en cada departamento de las especialidades. El plan contenía materias de carácter científico: Análisis matemático, análisis vectorial, análisis de matrices, programación lineal, topología, cibernética, teoría de los algoritmos, antropología, psicología experimental, etc.
Hasta la fundación de la HfG de Ulm, no había ninguna sistematización del diseño.
La escuela fue pionera en la integración de la ciencia y el diseño, y de una pedagogía del diseño basada en la ciencia: la reflexión sobre los problemas, los métodos de análisis y de síntesis, la elección y fundamentación de alternativas proyectuales, el acento en las disciplinas científicas y técnicas y una estrecha relación con la industria. Muchos de los criterios desarrollados en Ulm son todavía válidos, sobre todo en el área de diseño tecnológico. Otros fueron poco prácticos y fueron superados.
El parlamento de Baden-Wuerttemberg, debatió reiteradamente si la escuela merecía las subvenciones. Los problemas eran cada vez más frecuentes. Luego de la afiliación de la HfG a la escuela de ingeniería, el precursor de la universidad, las subvenciones federales fueron suprimidas y la situación financiera se volvió insostenible.
Al cesar las subvenciones, la fundación Hermanos Scholl comenzó a endeudarse. Algunos profesores fueron despedidos debido a la difícil situación financiera y el número de clases se vio reducido. En noviembre, el parlamento regional votó a favor para retirar toda la financiación, en consecuencia, la escuela fue cerrada.
En 1987, para recuperar la herencia de Ulm se crea el Foro Internacional de Diseño de Ulm y el Archivo de Ulm. El Foro funciona como plataforma para la celebración de conferencias, seminarios, workshops etc, con la finalidad de promover la discusión sobre el tema diseño a nivel interdisciplinar. El archivo ha adoptado una doble función como archivo histórico y como museo, ofreciendo diferentes colecciones de objetos y documentos de la escuela.
Ulmer Hocker: el taburete de la escuela
En colaboración con Hans Gugelot, Max Bill diseñó el taburete Ulmer Hocker como asiento para los estudiantes de la recién fundada Universidad de Artes Aplicadas de Ulm. Ligero y robusto, se puede emplear de muchas formas, como asiento, mesa auxiliar o elemento de estantería, y también como contenedor para transporte, bandeja o centro de mesa.
La Ulmer Hocker es un objeto insignificante. Su geometría sencilla, su construcción inmediata y sus dimensiones concretas la alejan de los experimentos organicistas y la explicitud ergonómica propia de otros diseños contemporáneos. La escuela de Ulm fue fundada con la pretensión de recuperar los principios de la Bauhaus. Construir muebles era, por tanto, una actividad sustancial en su programa de formación.
Max Bill diseñó entonces una silla que estaba formada por tres piezas rectangulares de madera ensamblada que definían una forma prismática. Una barra de sección circular que sostiene la pieza y servía como reposapies, y sus dimensiones: un asiento de 45x28.5 cm y una altura de 39.5 cm, respondían de manera eficaz a su uso primordial: acoger a una persona.
La sencillez era, para Max Bill, mucho más que una reducción a lo estrictamente funcional: “A través de la simplificación no solamente se excluye aquello que no es necesario, se busca al mismo tiempo todo aquello que es voluntariamente omnivalente y abierto”
Esta silla es un manifiesto, ya que a partir del dadaísmo y el cubismo que existía en ese momento, Max Bill recibió las influencias de artistas fundamentales como Vassili Kandinsky, Paul Klee. El enfoque que le dio a todas sus disciplinas responde al movimiento denominado “Arte Concreto”. (2)
Todas estas ideas convergen en un pequeño taburete. Desde el 2011, la silla se produce en la forma de una re-edición con licencia de la empresa Zurich WB, madera de abetos y de hayas proviene de Suiza. La compañía Nova Milanese Zanotta produjo el Modelo 650 Sgabillo con diferencias con el original, en el tamaño, diseño, material, textura de la superficie y el color (anchura 400 mm, altura 450 mm, profundidad 275 mm, cuerpo de madera contrachapada de abedul, color madera natural, superficie tratada u opcional tablero del MDF, final realzado con pintura resistente al rayado, negro). Además, un modelo en miniatura en escala 1:6, que corresponde en el diseño, material, textura de la superficie y el color con el original, del Birsfelder Vitra (ancho 65 mm, altura 73 mm, profundidad 49 mm).
Exposición de obra
Con una nueva dirección académica influida por los postulados de Tomás Maldonado se logró racionalizar el proceso proyectual y desprender el diseño del terreno del arte dentro de la escuela de Ulm. Esto se logró sistematizando el diseño de manera metodológica y estructurada, con materias científicas que procuraban reflexionar sobre el planteamiento de los problemas, analizarlos, sintetizarlos y fundamentar los proyectos. A partir de esta nueva etapa de la Escuela de Ulm se crean “grupos de desarrollo” para vincularse con la industria, siendo uno de los principales logros la consolidación del estilo Braun.
En 1954 la Braun encuentra la necesidad de sobresalir dentro de la competencia y contacta a Hans Gugelot, Otl Aicher y Dieter Rams (quien fue muchos años jefe de diseño de Braun), quienes desarrollan su imagen y logotipo basado en el diseño de sus productos los cuales se pusieron en práctica los objetivos racionalistas de la HfG con diseños para Braun en dónde la función principal del producto era puntualizada por su estética, por ejemplo los colores se mantenían neutros y simples dando posiblemente con un efecto de color para acentuar la función principal del objeto.
El “Buen Diseño” surgió de la unión del modelo de Ulm y la industria, desarrollándose a su vez el valor simbólico de los productos.
En relación con la escuela de Ulm, Braun fue una de las marcas pioneras en plantearse un proyecto de imagen tal como se plantea en la actualidad. Ha sabido adaptar los valores de humanidad y honestidad creando productos simples en sus formas, ergonómicos y funcionales. «La marca apenas ha sufrido cambios desde que en los años 50 fuera ajustada por Schmittel, y durante mucho tiempo ha sabido mantener rigurosamente su filosofía, al igual que todo el diseño que se desarrolló en la empresa, transmitiendo los valores principales de la compañía» (1)
El concepto corporativo sobre el que se asentó la imagen de Braun fue indisociable de su comunicación. Su identidad, fue transmitida de una forma muy acertada y unívoca tanto a través del diseño gráfico como del industrial. Para la empresa, el diseño no es una máscara del producto sino una contribución a su uso.
Bibliografía
A continuación tenéis la cronología de la Escuela de Ulm donde se consolidaron las bases del diseño aún vigentes. Este es uno de los temas más recurrentes en las pruebas específicas de acceso y por ello lo ponemos a vuestra disposición. El texto a comentar de la convocatoria de 2016 de la ESD de Madrid trataba de este tema.
CRONOLOGÍA DE LA ESCUELA DE ULM
1946
Inge Scholl, junto a Otl Aicher y un grupo de jóvenes intelectuales plantean crear una institución de enseñanza e investigación que vinculara la actividad creativa con la vida cotidiana y que tuviera como objetivo, colaborar en la reconstrucción cultural de una sociedad moralmente destruida por el nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
El proyecto se financió gracias al aporte de un millón de Marcos por parte de John McCloy, que Scholl consiguió a través de los contactos que poseía con Max Bill, Walter Gropius, y los Estados Unidos; además recibió el apoyo financiero por parte del Gobierno Federal, del Gobierno Local, de contribuciones privadas y de las industrias.
1953
Comienza a construirse el edificio, diseñado por Max Bill construido con hormigón con estructura reforzada, con talleres espaciosos, dormitorios para estudiantes y una cafetería. Los interiores y el mobiliario eran flexibles para el uso de la universidad. Hoy, las instalaciones siguen siendo parte de la facultad de Medicina de la Universidad de Ulm.
Inge Scholl, junto a Otl Aicher y un grupo de jóvenes intelectuales plantean crear una institución de enseñanza e investigación que vinculara la actividad creativa con la vida cotidiana y que tuviera como objetivo, colaborar en la reconstrucción cultural de una sociedad moralmente destruida por el nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
El proyecto se financió gracias al aporte de un millón de Marcos por parte de John McCloy, que Scholl consiguió a través de los contactos que poseía con Max Bill, Walter Gropius, y los Estados Unidos; además recibió el apoyo financiero por parte del Gobierno Federal, del Gobierno Local, de contribuciones privadas y de las industrias.
1953
Comienza a construirse el edificio, diseñado por Max Bill construido con hormigón con estructura reforzada, con talleres espaciosos, dormitorios para estudiantes y una cafetería. Los interiores y el mobiliario eran flexibles para el uso de la universidad. Hoy, las instalaciones siguen siendo parte de la facultad de Medicina de la Universidad de Ulm.
El 1 de abril de 1953 se inaugura la HFG (Hochschul e für Gestaltung) en Ulm dirigida por Max Bill y con un cuerpo docente integrado por Hans Gugelot, Otl Aicher, Tomás Maldonado, Friedrich Vordemberge-Gildewart y Walter Zeischegg. Entre los profesores se encontraban también Walter Peterhans, Johannes Itten y Helene Nonné-Schmidt.
La enseñanza estaba basada en un plan de estudios de cuatro años. El primero estaba dedicado al curso básico (Vorkurs) destinado a compensar el déficit de la enseñanza primaria y secundaria en cuanto a las actividades proyectuales y la creatividad.
Los 2 años siguientes se destinaban a la especialización y se podía elegir entre: Diseño Industrial, Arquitectura, Comunicación visual, Información y Cinematografía. El último año estaba destinado a la tesis de grado.
El plan estaba sujeto a las investigaciones que se hacían en cuanto a las nuevas aproximaciones al diseño y que luego eran puestas en práctica en cada departamento de las especialidades. Contenía materias de carácter científico como análisis matemático, análisis vectorial, análisis de matrices, topología, cibernética, teoría de los algoritmos, antropología, psicología experimental, etc.
La enseñanza estaba basada en un plan de estudios de cuatro años. El primero estaba dedicado al curso básico (Vorkurs) destinado a compensar el déficit de la enseñanza primaria y secundaria en cuanto a las actividades proyectuales y la creatividad.
Los 2 años siguientes se destinaban a la especialización y se podía elegir entre: Diseño Industrial, Arquitectura, Comunicación visual, Información y Cinematografía. El último año estaba destinado a la tesis de grado.
El plan estaba sujeto a las investigaciones que se hacían en cuanto a las nuevas aproximaciones al diseño y que luego eran puestas en práctica en cada departamento de las especialidades. Contenía materias de carácter científico como análisis matemático, análisis vectorial, análisis de matrices, topología, cibernética, teoría de los algoritmos, antropología, psicología experimental, etc.
1955
Max Bill renunció como rector, debído a los cambios del desarrollo académico y a las divergencias en la concepción didáctica de la escuela. Max Bill favoreció una enseñanza basada en la continuación del modelo expresionista de la Bauhaus, basado en el modelo «Art and Crafts», en el cual el artista-diseñador tomaba un papel importante en el desarrollo del producto como dador de forma. Se introdujeron cambios en la constitución y se organizó una junta de gobernantes.
Max Bill renunció como rector, debído a los cambios del desarrollo académico y a las divergencias en la concepción didáctica de la escuela. Max Bill favoreció una enseñanza basada en la continuación del modelo expresionista de la Bauhaus, basado en el modelo «Art and Crafts», en el cual el artista-diseñador tomaba un papel importante en el desarrollo del producto como dador de forma. Se introdujeron cambios en la constitución y se organizó una junta de gobernantes.
1957
Se nombró como rector a Tomás Maldonado. Se comenzó a hacer énfasis en la tecnología de los materiales y en la teoría y los métodos de producción. Se comenzó a separar arte y diseño entendiendo este último como un proceso sistematizable de manera científica y no intuitiva llamado «operacionalismo científico». Las consideraciones estéticas dejaron de ser la base conceptual del diseño. El diseñador sería entonces un coordinador con la responsabilidad de organizar a un grupo de especialistas relacionados con los requerimientos de la fabricación y del uso de los productos.
Se crearon «grupos de desarrollo» específicamente para favorecer los vínculos con la industria. Muchos de los diseños resultantes entraron en producción de inmediato. Entre los de mayor éxito fueron los equipos de audio para la empresa Braum, la identidad corporativa de la compañía aérea alemana Lufthansa, y los trenes elevados para el ferrocarril de Hamburgo. Estas comisiones industriales trajeron una riqueza de experiencia en la enseñanza e influyó decisivamente en la escuela y su reputación.
La Braum necesitaba destacarse entre la competencia por lo que acudió a Otl Aicher, Hans Gugelot, y a sus alumnos para que trabajaran en nuevos diseños y la empresa los fabricara. Fruto de esta colaboración se desarrolló el “Estilo Braum” que, según Tomás Maldonado, se caracterizó por la búsqueda del sentido integral y unitario en el producto y su coherencia con otros productos de la marca frente al “Estilo Olivetti” italiano más proclive a la variedad y peculiaridad de cada producto. Este estilo se constituyó así mismo como una alternativa al “Styling” que se desarrollaba en EEUU en esa época.
En este enlace tenéis un vídeo sobre la historia del diseño de la marca Braum:
Se nombró como rector a Tomás Maldonado. Se comenzó a hacer énfasis en la tecnología de los materiales y en la teoría y los métodos de producción. Se comenzó a separar arte y diseño entendiendo este último como un proceso sistematizable de manera científica y no intuitiva llamado «operacionalismo científico». Las consideraciones estéticas dejaron de ser la base conceptual del diseño. El diseñador sería entonces un coordinador con la responsabilidad de organizar a un grupo de especialistas relacionados con los requerimientos de la fabricación y del uso de los productos.
Se crearon «grupos de desarrollo» específicamente para favorecer los vínculos con la industria. Muchos de los diseños resultantes entraron en producción de inmediato. Entre los de mayor éxito fueron los equipos de audio para la empresa Braum, la identidad corporativa de la compañía aérea alemana Lufthansa, y los trenes elevados para el ferrocarril de Hamburgo. Estas comisiones industriales trajeron una riqueza de experiencia en la enseñanza e influyó decisivamente en la escuela y su reputación.
La Braum necesitaba destacarse entre la competencia por lo que acudió a Otl Aicher, Hans Gugelot, y a sus alumnos para que trabajaran en nuevos diseños y la empresa los fabricara. Fruto de esta colaboración se desarrolló el “Estilo Braum” que, según Tomás Maldonado, se caracterizó por la búsqueda del sentido integral y unitario en el producto y su coherencia con otros productos de la marca frente al “Estilo Olivetti” italiano más proclive a la variedad y peculiaridad de cada producto. Este estilo se constituyó así mismo como una alternativa al “Styling” que se desarrollaba en EEUU en esa época.
En este enlace tenéis un vídeo sobre la historia del diseño de la marca Braum:
1958
Se organizó una gran exposición mostrando tanto los resultados del trabajo de los talleres como el trabajo de los profesores. Ese mismo año también salió el primer número de la revista «Ulm» de la HfG, que fue publicado en alemán e inglés, hasta el cierre. Se mostró inicialmente en Ulm y Stuttgart en 1963, más tarde en la Neue Sammlung de Múnich y el Stedelijk Museum de Amsterdam.
1960
Docentes como el matemático Horst Rittel, el sociólogo Hanno Kesting, y el diseñador industrial Bruce Archer se manifestaron a favor de una metodología basada estrictamente en las operaciones matemáticas y estudios analíticos, por ejemplo, sobre ergonomía o análisis de negocio.
1963
Las disputas internas sobre la dirección de los planes de estudios, dieron lugar a una operación de prensa contra la HfG. El parlamento de Baden-Wuerttemberg debatió reiteradamente si la escuela merecía las subvenciones. Los problemas eran cada vez más frecuentes. Las subvenciones federales fueron suprimidas y la situación financiera se volvió insostenible.
1968
Algunos profesores fueron despedidos debido a la difícil situación financiera y el número de clases se vió reducido. En noviembre, el parlamento regional votó a favor de retirar toda la financiación y finalmente la escuela fue cerrada en medio de protestas a finales de ese mismo año.
La principal aportación de la Escuela de Ulm fue crear una metodología del diseño, como expresión del racionalismo y la objetividad germana que se extendió al modelo de la empresa Braun, como punto de partida del movimiento “Gute Form” (buena forma), el cual se apegaba a la frase “la forma sigue a la función” acuñada a finales del siglo XIX por el arquitecto Louis Sullivan.
En estos enlaces podéis encontrar más información sobre este tema:
http://archivo.lavoz.com.ar/08/03/26/secciones/cultura/nota.asp?nota_id=174668
http://www.infolio.es/articulos/vega/ulm.pdf
http://www.esdi-online.com/repositori/public/treballs/vflrk03v.pdf
Se organizó una gran exposición mostrando tanto los resultados del trabajo de los talleres como el trabajo de los profesores. Ese mismo año también salió el primer número de la revista «Ulm» de la HfG, que fue publicado en alemán e inglés, hasta el cierre. Se mostró inicialmente en Ulm y Stuttgart en 1963, más tarde en la Neue Sammlung de Múnich y el Stedelijk Museum de Amsterdam.
1960
Docentes como el matemático Horst Rittel, el sociólogo Hanno Kesting, y el diseñador industrial Bruce Archer se manifestaron a favor de una metodología basada estrictamente en las operaciones matemáticas y estudios analíticos, por ejemplo, sobre ergonomía o análisis de negocio.
1963
Las disputas internas sobre la dirección de los planes de estudios, dieron lugar a una operación de prensa contra la HfG. El parlamento de Baden-Wuerttemberg debatió reiteradamente si la escuela merecía las subvenciones. Los problemas eran cada vez más frecuentes. Las subvenciones federales fueron suprimidas y la situación financiera se volvió insostenible.
1968
Algunos profesores fueron despedidos debido a la difícil situación financiera y el número de clases se vió reducido. En noviembre, el parlamento regional votó a favor de retirar toda la financiación y finalmente la escuela fue cerrada en medio de protestas a finales de ese mismo año.
La principal aportación de la Escuela de Ulm fue crear una metodología del diseño, como expresión del racionalismo y la objetividad germana que se extendió al modelo de la empresa Braun, como punto de partida del movimiento “Gute Form” (buena forma), el cual se apegaba a la frase “la forma sigue a la función” acuñada a finales del siglo XIX por el arquitecto Louis Sullivan.
En estos enlaces podéis encontrar más información sobre este tema:
http://archivo.lavoz.com.ar/08/03/26/secciones/cultura/nota.asp?nota_id=174668
http://www.infolio.es/articulos/vega/ulm.pdf
http://www.esdi-online.com/repositori/public/treballs/vflrk03v.pdf
¿Como desapareció la escuela de Ulm?. Al igual que la Bauhaus, la escuela de Ulm fue un proyecto incómodo para el estado, para los artistas y para otros diseñadores, por lo que su superviviencia era más que difícil. Sus fundadores tuvieron manifiestas diferencias en el concepto pedagógico y esto supuso su desmantelamiento en 1968. Pese a su desaparición, la huella de la escuela de Ulm fue crucial para el futuro del diseño. Movimientos como el pop, la psicodelia, el futurismo o el disco utilizaron sus códigos visuales.
Un discípulo aventajado de esta escuela fue nuestro admirado Daniel Gil. Hace poco Paco Raja, un alumno al que doy clases de Historia del Diseño Gráfico, me preguntaba dónde están las enseñanzas de Ulm en su obra. Desde luego, no en los trabajos para Alianza Editorial, pero sí en su trabajo para la discográfica Hispavox. Si obviamos las inevitables fotografías de los artistas del momento y observamos con detenimiento el tratamiento tipográfico, el uso de los recursos geométricos y la gestión del color, descubriremos que Daniel Gil trajo a España lo aprendido en Ulm.
Una de las alumnas más brillantes de la escuela fue Margarete Kögler, cuyos carteles para conciertos, desarrollados en las aulas de la escuela, son un ejemplo perfecto de esta abstracción geométrica.
Una de las alumnas más brillantes de la escuela fue Margarete Kögler, cuyos carteles para conciertos, desarrollados en las aulas de la escuela, son un ejemplo perfecto de esta abstracción geométrica.

LA FABRICACIÓN DEL
INTERIOR
DIETER RAMSver listado
Dieter Rams y la Escuela de Ulm#Dieter Rams
El trabajo de la Escuela de Diseño de Ulm se basó desde su fundación, en 1953, en la claridad y un funcionalismo extremo que rechazaba todo lo superfluo. Pero sus mejores resultados llegaron a partir de 1955 gracias a la colaboración de la escuela con la empresa de aparatos eléctricos Braun.
Braun contrató en 1955 al arquitecto Dieter Rams con la intención de renovar sus instalaciones de acuerdo al nuevo enfoque de la compañía. Sin embargo, éste se involucró en el diseño de producto y acabó siendo el jefe de diseño de la empresa. Los profesores de la Escuela de Ulm, Otl Aicher y Hans Gugelot, apadrinaron al joven Dieter Rams y colaboraron en el diseño de gran parte de los aparatos electrónicos producidos por Braun, en el montaje de sus exposiciones y en la definición de la imagen gráfica de la empresa. A consecuencia de su trabajo, los productos Braun adquirieron una imagen homogénea, basada en la simplicidad geométrica y un enfoque netamente funcionalista en el proceso de diseño.
Estábamos seguros de que habría gente que preferiría dispositivos funcionales, poco llamativos y sinceros a los habituales objetos de lujo.Dieter Rams
El primero de estos productos fue la radio-tocadiscos SK-4, diseñada conjuntamente por Dieter Rams y Hans Gugelot, que sería apodada por la prensa “el ataúd de Blancanieves” por su tapa transparente. En lugar de encerrar los productos electrónicos en cajas de madera decoradas como muebles de época, decidieron crear un producto completamente nuevo donde cada detalle tenía una función clara y definida.
Cuando era niño me llamaban poderosamente la atención las portadas de los libros de texto del colegio (les hablo de la EGB, soy mayor de lo que aparento). Se trataba de poderosos ejercicios geométricos con colores vibrantes que siempre me han resultado algo marcianos en el panorama editorial de la España post-transición… Estas portadas, tan fijas en nuestras retinas, son otro ejemplo más del calado de esta prodigiosa escuela alemana.
Un hito del diseño español
Afirmar que Monika Buch es un hito del diseño español será seguro un descubrimiento para muchos.
Este hallazgo de tintes históricos se debe agradecer a la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV). Desde esta asociación profesional se siguió la pista que la comisaria de la exposición «Modelos de Ulm”, Marcela Quijano, desveló en su conferencia inaugural en el centro Las Naves (Valencia): sólo un español había sido estudiante de la “Hochschule für Gestaltung” HfG, escuela de diseño en Ulm, Alemania.
La afirmación despertó la curiosidad sobre la procedencia exacta de ese alumno español, y se insistió a la comisaria en conocer esta información. Una vez ya de vuelta a su trabajo en el archivo de Ulm, Marcela Quijano respondió, confirmando la corazonada que se había tenido en la asociación de diseñadores: el estudiante era una mujer, y provenía de Valencia.
Efectivamente, Monika Buch fue la única española que estudió en la HfG. El dato tiene además un curioso carácter premonitorio ya que esta valenciana es uno de los primeros ejemplos de un fenómeno ahora en auge: la internacionalización.
Aunque lleva viviendo en Utrecht (Holanda) más de 50 años junto a su marido, el arquitecto holandés Bertus Mulder, Monika Buch afirma que haber nacido en Valencia y haber pasado su juventud en esta ciudad constituye una parte muy esencial de su persona y que ello le ha influido en su desarrollo como artista.
En 1956 ingresó en la famosa “HFG”, escuela que fue concebida como la heredera del revolucionario Bauhaus, y que supuso una de las instituciones más progresistas de la enseñanza del diseño como disciplina sistemática, científica y de base teórica.
Posteriormente, estudió pedagogía y psicología infantil, en la Universidad de Utrecht, conocimientos que facilitaron su trabajo diseñando juguetes con la fábrica holandesa ADO. Más tarde desarrolló materiales y juegos didácticos para un proyecto de educación especial para niños de familias desfavorecidas.
Desde 1983 se dedica a su trabajo como artista. Monika Buch afirma: “Lo que más me gusta es trabajar con las manos y usar diferentes técnicas”. Como ella misma explica sus trabajos se caracterizan por el estudio de la interrelación de formas y colores, la aplicación de progresiones de colores en matices finos combinados con estructura geométricas y el interés por la percepción de estas.
“Tengo tantas ideas por realizar que no pienso en otras cosas” nos confiesa la diseñadora.
Infancia y relación con Valencia
– ¿Cuánto tiempo estuvo en Valencia?
– Nací en Valencia en 1936. Durante la guerra civil española, vivimos en Alemania y regresamos en 1939. En 1954 fui al colegio alemán en Barcelona. Viví en España hasta que en enero de 1956 empecé los estudios en la “Hochschule für Gestaltung” (HFG) en Ulm.
– ¿Cómo es su relación actual con Valencia?
– Mi relación con Valencia es íntima y llena de cariño. Residimos en Paterna unas cuatro veces al año, y pienso que algún día estaremos más tiempo porque a mí y a mi marido nos gusta estar aquí. Aunque cuando venimos no puedo evitar echar de menos mi rutina en Utrech, donde me dedico a tiempo completo a la pintura. Allí, tengo un pequeño espacio a modo de taller, donde trabajo todos los días, desde por la mañana hasta la tarde.
– ¿Cómo fue su infancia en Valencia?
– Tuve la suerte de ser demasiado joven para darme cuenta de las atrocidades de las guerras, la civil y la mundial, y de esta manera tuve una infancia muy feliz, gozando de las posibilidades que ofrece el vivir en dos culturas, la alemana y la española.
– ¿De qué manera ha influido Valencia en su trabajo y en su persona?
– El haber nacido y vivido en Valencia, la naturaleza, el sol, el mar, la alegría, la cultura ha sido de gran valor durante toda mi vida. También lo que tuve que aprender de memoria en los años del bachillerato ha tenido mucha influencia en la creación de mi espíritu crítico. Sigo muy interesada en la historia y la cultura de principios y mediados del S.XX de España, y ello me hace reflexionar sobre qué es lo que pasó, por qué, y quienes tuvieron la culpa, y me planteo cómo podemos aprender de ello y educar a nuestros hijos y nietos para conseguir un mundo mejor.
La Escuela de ULM
– ¿Por qué tomó la decisión de estudiar en la HGF? ¿Cómo conoció su existencia?
– En 1955, cuando estudiaba en el colegio alemán de Barcelona para sacar el diploma del Abitur (bachillerato alemán), apareció en el periódico alemán “Die Zeit” un reportaje sobre la inauguración de la Hochschule für Gestaltung en Ulm. Mi madre me hizo llegar este reportaje indicándome que estudiar allí podría ser muy interesante. Así que en el verano de aquel año hice mi servicio social en la falange, ya que sin él no te daban un pasaporte, y en enero de 1956 salí para Ulm.
– ¿Fue duro abandonar el hasta entonces su país?
– Por una parte es duro abandonar a la familia y a los amigos, la buena vida. Por otra parte, una vida cómoda conlleva una serie de limitaciones, que no siempre son positivas. Mi experiencia es haber añorarado el calor de mi familia, sobre todo cuando nacieron mis tres hijos, la alegría, el buen clima, el sol y el mar pero haber tenido la posibilidad de desarrollarme sin limitaciones, totalmente libre de sistemas y convencionalismos para hacer las cosas.
– Sabemos que la escuela de Ulm revolucionó la manera de enseñar. Tenía nuevos métodos y una gran parte práctica. ¿Qué recuerda que llamara especialmente su atención?
– Lo primero que aprendí en la HfG fue el trabajo manual en el taller de mecánica fina dirigida por un orfebre holandés, un buen profesor. Aunque en Valencia había hecho bordados muy complicados en un taller de bordados artísticos, no lo mencioné cuando solicité el ingreso en la escuela. Por eso tuve que ingresar en la Grundlehre (curso introductorio, siguiendo la idea del Bauhaus). Allí aprendí, durante casi un año, el trabajo de precisión necesario para poder entrar en la HfG. En la Grundlehre era la única chica y la única española entre 30 estudiantes de muy diferentes nacionalidades, además casi todos eran mayores, ya que como condición para ser admitidos en la HfG tenían que demostrar experiencia práctica en un oficio relacionado al diseño.
– ¿Cómo fue la experiencia?
– El ambiente en la Hochschule für Gestaltung era completamente diferente a todo lo que hasta entonces había conocido. En nuestro tiempo aún era director de la escuela Max Bill, una persona interesante, un excelente artista, pero quizás, para muchos, no era tan apto para desempeñar su papel de director.
Lo conocí de cerca en el verano del primer año, cuando no había clases y yo trabajaba en el taller, donde algunos estudiantes hacíamos modelos y trabajos para él. En aquel primer año todos los estudiantes trabajábamos juntos con gran entusiasmo en la escuela y nos quedábamos en ella todo el día, hasta que el portero nos echaba a la calle. Al principio de la semana los profesores nos encomendaban un trabajo a realizar que al finalizar la semana se discutía.
Para mi fueron especialmente interesantes los trabajos sobre la geometría como fundamento para el diseño para el profesor Hermann von Baravalle. Hoy en día me siguen inspirando, a menudo utilizo su libro “Geometrie als Sprache der Formen”. También ha influido en mi desarrollo como artista las clases de Heléne Nonne Schmit, que en el Bauhaus fue asistente de Paul Klee, sobre las teorías de los colores, trabajos en acuarela muy intensivos pintando capa sobre capa para conseguir la intensidad del color necesario. Reconozco además la influencia de los problemas que proponía Tomás Maldonado sobre la percepción de formas y colores, basados en la psicología “gestalt Lehre”, a través de trabajos en papel realizados en tempera.
– Su marido también estudió en ULM. ¿Se conocieron allí?
– Efectivamente, a mi marido, el arquitecto Bertus Mulder, lo conocí allí en el primer año. Él ya tenía su diploma como arquitecto, pero la escuela supuso también para él una revolución.
– ¿Aún guardan relación con compañeros de la escuela?
– Sí. Nuestros mejores amigos son nuestros compañeros de estudio de la HFG y, a pesar de vivir bastante lejos los unos de los otros, nos seguimos viendo a menudo. También asistimos cada año a un encuentro con los antiguos alumnos en Ulm. El edificio de la Hochschule se renovó y allí se ha abierto un archivo con los trabajos que fueron realizados por los docentes y estudiantes.
– ¿Por qué decidió abandonar la escuela?
– Después del despido de Max Bill la ideología cambió, abrazando la tecnología y la informática como inspiración para toda clase de diseño. Mi interés se dirigía más a la educación y desarrollo de la creatividad infantil y la posibilidad de contribuir a través del diseño a una vida más interesante para los niños. Así que empecé con el estudio de pedagogía y psicología infantil en la Universidad de Utrecht.
– ¿De qué manera el paso por la escuela HFG ha influenciado en su vida?
– La ideología que aprendimos de la HfG ha influenciado en todo nuestro desarrollo como personas y profesionales. Ya en Holanda, donde la vida era totalmente diferente, mi marido y yo seguimos fieles a los principios que adoptamos en Ulm. Creo que para nuestros hijos no siempre fue fácil que sus padres vivieran de una manera diferente a la de sus amigos, bastante radical en algunos aspectos. Pero lo importante es que al final, se han desarrollado como personas felices e independientes que siguen su propio camino.